La crisis demográfica de Puerto Rico: Una mirada a la fecundidad y a los derechos reproductivos*

Dra. Angélica M. Rosario Santos**
Colaboradores: Hernando Mattei PhD. y Luis Pericchi PhD.

I. Introducción

Puerto Rico se enfrenta a la perspectiva real de una importante disminución de su población. La combinación de los indicadores demográficos actuales de Puerto Rico: crecimiento natural negativo (mayor número de muertes que de nacimientos), promedio de hijos por mujer menor de 1.0, migración neta negativa y una alta proporción de envejecientes, es una situación única que no se observa en ninguna otra población en el mundo. En este artículo nos enfocaremos en mostrar y resumir los cambios en fecundidad en Puerto Rico, sus implicaciones en el descenso poblacional y su relación con los derechos reproductivos.

La tasa global de fecundidad (TGF) es un indicador demográfico que estima el número promedio de hijos que una mujer tendría a lo largo de su vida reproductiva (generalmente de 15 a 49 años) si las tasas de fecundidad específicas por edad de un período determinado se mantuvieran constantes.  De nuestras investigaciones, los puntos más relevantes que se discutirán en este artículo en términos de la fecundidad en Puerto Rico son: 1) La caída en fecundidad en Puerto Rico es en todas las edades y no se trata de una posposición de la fecundidad como en otras jurisdicciones 2) La fecundidad se mantiene como una de las cinco más bajas del mundo. No se observa tendencia a la recuperación de la fecundidad, en todo caso a mantenerse por debajo de 1 hijo por mujer.

Según las proyecciones de población más recientes de la Organización de las Naciones Unidas, la Oficina del Censo de los Estados Unidos y nuestras proyecciones [1, 2], la población de Puerto Rico disminuirá de 3.8 millones de personas en el año 2000 a poco más de 2 millones para el año 2050, una drástica disminución del 47% en 50 años. Este escenario representará un gran desafío para el sostenimiento de la población, así como para el desarrollo de las políticas sociales y económicas por parte del gobierno. El cambio drástico en la composición de la población por grupos de edad traerá consigo una serie de retos que no necesariamente pueden trabajarse tal y como actualmente está organizada la sociedad. Uno de estos retos es la elaboración de políticas de población que puedan ayudar a mitigar los efectos de la baja poblacional (como la baja fecundidad) y que estén fundamentadas en los derechos reproductivos de las personas.

II. Transfondo demográfico y fecundidad

Entre el 2004 y el 2022 Puerto Rico tuvo una reducción de población de 600,000 personas (de 3.8 a 3.2 millones). Además, se observa una reducción dramática en la fecundidad a partir del 2,000 que se refleja en una gran reducción en el número de nacimientos y migración neta negativa, no solo por la salida de personas sino porque hay muy poca inmigración comparada con otros estados o territorios. Varios factores contribuyen a la reducción de fecundidad. Tenemos un crecimiento natural negativo, entiéndase que hay más defunciones que nacimientos desde el 2016. Igualmente, tenemos un rápido envejecimiento de la población y se está reduciendo la población de niñez y de edad de trabajo (15-64 años).

La tasa global de fecundidad (TGF) ha disminuido sustancialmente, lo que ha contribuido a la reducción del tamaño de la población (Figura 1).  La TGF alcanzó el nivel de reemplazo (2.1) en 1998 y continuó disminuyendo hasta 0.9 en 2021. Este es uno de los TGF más bajos del mundo.  El número de nacimientos en Puerto Rico se ha reducido en un cincuenta y seis porciento (56%) entre 2010 y 2020. Por tanto, tenemos una reducción drástica y nuestra composición por edad está cambiando de manera radical.

Figura 2: Tasa de fecundidad por año y grupo de edad
Figura 3: Tasa de fecundidad por orden de nacimiento

Recientemente, el debate sobre las tendencias demográficas se ha centrado en la emigración, la cual es de las más bajas comparada con otros estados, a excepción de los años correspondientes a los Huracanes Irma y María (2017-2018).  Sin embargo, los patrones de la TGF son muy preocupantes. La disminución de aproximadamente el 5.2 % en la TGF entre 1950 y 2021 no sugiere indicios ni tendencia a aumentar en los próximos años. Esto supone una reducción del ochenta y dos punto tres porciento (82.3%) en la TGF en 71 años.

Al observar los datos de las figuras 2 y 3, es notable que la caída en fecundidad en Puerto Rico es en todas las edades, es para todos los órdenes de nacimientos (1 hijos, dos hijos, etc.) y no se trata de una posposición de la fecundidad como en otras jurisdicciones. De hecho, la fecundidad se mantiene como una de las cinco más bajas del mundo. No se observa tendencia a la recuperación de la fecundidad, en todo caso a mantenerse por debajo de 1 hijo por mujer.

Es importante establecer que no hay evidencia de que la baja fecundidad en Puerto Rico se deba a la posposición de los nacimientos. Por el contrario, la causa principal de la disminución de población menor a 18 años es la disminución sostenida y rápida de la fecundidad. Según la figura 6, el número de hijos por mujer en Puerto Rico es el mínimo entre 2006 al 2013 de las 52 jurisdicciones (50 estados USA, DC y PR) y más aún a partir del 2014, lo cual es un outlier (observación atípica), hacia abajo, cada vez más extremo.

Figura 4: Promedio de Hijos por mujer para Puerto Rico y los 50 estados, 2005-2022 (Puerto Rico es el punto rojo)

Por otra parte, la relevancia del efecto cohorte en la caída de la natalidad en Puerto Rico, ha sido estudiado cautelosamente por Jiménez et al., 2024 [2,3] utilizando metodología estadística Bayesiana. En el análisis de Edad-Periodo-Cohorte de la fecundidad, tanto el periodo (tecnología) como cohorte (cultura) son vectores importantes pero el efecto cohorte en Puerto Rico aparece como el más importante, aun cuando el componente periodo es usualmente el de mayor peso en otras jurisdicciones. Siendo el efecto cohorte el más importante, que se refiere a cambios culturales de la cohorte/generación, el análisis de los resultados de la encuesta sobre intenciones reproductivas realizada como parte del Estudio Demográfico de Puerto Rico 2024: Análisis y recomendaciones es de mayor importancia.

III. Encuesta de intenciones reproductivas 2024

Se realizó una encuesta telefónica de intenciones reproductivas a un total de 1,147 personas entre 18-44 años; 812 mujeres y 335 hombres en todo Puerto Rico.  Esta encuesta realiza preguntas sobre características demográficas de las personas, así como de potenciales variables de interés como el número de hijos que se tienen y el número ideal de hijos.

A continuación, se enumeran algunos resultados preliminares:

  • De las mujeres entrevistadas el 51% reportó tener hijos.
  • Entre las mujeres entrevistadas con hijos, el 85% planean no tener más hijos en el futuro.
  • De las que no tienen hijos y no quieren tener hijos casi un 25% no interesan ser madres y muchas de las otras indican tener razones personales y de salud.

En general, podemos decir que las mujeres con hijos que no quieren tener más tienen los hijos que deseaban. Por otra parte, la mayoría de las razones económicas levantadas para no tener hijos son de carácter general y no individuales. Es decir, se relacionan al estado de la economía en general y el costo de vida. Las dificultades con la crianza y/o educación de los niños son apenas un cinco por ciento (5%).

Tabla 1: Promedio de Hijos por mujer para las encuestas ESR1994 y EIR2024

Al comparar los resultados de esta encuesta con los de una Encuesta de Salud Reproductiva de Puerto Rico de 1995-1996 (Tabla 1), podemos ver que la diferencia es dramática. El promedio de hijos por mujer alcanza aproximadamente 1.5 hijos una vez culmina la edad reproductiva en comparación con el promedio de hijos reportado en la encuesta de 1995 que era 2.9 hijos por mujer.

Tabla 2: Porciento de mujeres sin hijos para las encuestas ESR1994 y EIR2024

En la Tabla 2 podemos observar que el porcentaje de mujeres sin hijos una vez la mujer termina su edad reproductiva se ha incrementado sustancialmente en un sesenta y cuatro porciento (64%) aproximadamente (tomando el grupo de edad 40-44 como referencia).

IV. Análisis de los predictores de fecundidad y uso de anticonceptivos

Según discutido anteriormente, no podemos decir que en Puerto Rico hay un problema de posposición de nacimiento. Para entender mejor la baja fecundidad en Puerto Rico, González et al. 2024 [3] exploró los patrones de fecundidad utilizando los indicadores demográficos de los microdatos del Censo desde el 2005 al 2022 para identificar los posibles predictores de fecundidad.

Figura 5: Tasa Global de fecundidad con respecto al nivel educativo, 2005-2022

En la Figura 5, se puede observar una reducción a la TGF para todos los niveles educativos. Con respecto al nivel de pobreza, en la Figura 6, se puede observar que el número de hijos para el 2013 era mayor para las mujeres que vivían bajo el nivel de pobreza y era sustancialmente bajo para que aquellas que no viven bajo el nivel de pobreza.

Figura 6: Número de hijos por nivel de pobreza en el 2013

Para el análisis de los predictores de fecundidad, la pregunta de interés es si la persona ha tenido o no un hijo en los últimos doce meses en función de predictores como el estado civil, el nivel educativo, la edad, los niveles de pobreza, la participación laboral y los años bajo estudio. Los resultados de una regresión logística Bayesiana demuestran el impacto de las variables de interés en el descenso de la fecundidad en Puerto Rico. El grupo de edad, el estado civil, los niveles de pobreza, los niveles de educación y los años son los predictores más significativos de los resultados de la fecundidad.

En el análisis correspondiente a la baja fecundidad se debe repasar el trasfondo el uso de los anticonceptivos [5-7]. De 1970-2019, el NIH realizó un análisis de microdatos e información tabulados de 1,162 encuestas representativas a nivel nacional o subnacional de mujeres entre 15-49 años. La esterilización resultó el método más utilizado en Puerto Rico, alcanzando el cuarenta y nueve punto seis porciento (49.6%).  De hecho, Puerto Rico se destaca por tener una de las tasas más altas de esterilización femenina a nivel mundial. La siguiente figura muestra una línea de tiempo para la prevalencia de los anticonceptivos más utilizados desde el comienzo de la esterilización en el 1930.

Figura 7: Uso de anticonceptivos en Puerto Rico

V. Proyecciones hasta 2050 y sus posibles consecuencias

Para el año 2050, según nuestras proyecciones, Puerto Rico podría tener una TGF de 1.1 acotada por un intervalo de credibilidad del noventa y cinco porciento (95%) (0.56,1.77). (Rosario 2024). Otras proyecciones sugieren que para el 2050 las tasas de fecundidad más bajas del mundo serán las de Corea del Sur (0·82 [0·73–0·92]) y Puerto Rico (0·84 [0·76–0·92]). A esto tenemos que añadir que todas las instituciones que hacen proyecciones de población para todos los países y jurisdicciones del mundo coinciden, al igual que nosotros, en que Puerto Rico va a seguir perdiendo población por los próximos 80 años y en que es totalmente plausible que para el 2050 la población de Puerto Rico se reduzca a cerca de 2.2 millones. Esto es una reducción del 40% en 50 años, lo que sería la pérdida de población más grande en el mundo proyectada para ese periodo.

Figura 8: Pirámide Poblacional para Puerto Rico, 2050

En la Figura 8, se muestra la pirámide poblacional de Puerto Rico para nuestra proyección de población para el 2050. Es importante notar la reducción drástica en los grupos jóvenes y el ensanchamiento de las barras correspondientes a los grupos de mayor edad en el tope de la pirámide. El verdadero reto del descenso poblacional no es la reducción general en la población de Puerto Rico, sino el cambio y composición de la población por edad. De hecho, en la siguiente figura se muestra la proyección de nacimientos y defunciones para el 2050. Se esperan alrededor de 10,000 nacimientos para el 2050, lo que sería una reducción de más de cuarenta y cuatro por ciento (44%) desde el 2024.

Figura 9: Proyección de nacimientos y defunciones para Puerto Rico hasta el 2050

Hay varias consecuencias de esta baja fecundidad. Evidentemente, tendremos un impacto directo en la matrícula escolar y en la matrícula universitaria. También veremos efecto inmediato en la sociedad debido al envejecimiento acelerado de la población y a la falta de mano de obra. Para ver entender consecuencias, podemos ver la Tasa de Dependencia total.  La tasa de dependencia total se define como la relación entre la suma de la población joven (de 0 a 14 años) y la población de edad avanzada (de 65 años o más) por cada 100 personas en edad de trabajar (de 15 a 64 años).

De 1950 a 2004, la población de Puerto Rico aumentó a poco más de 3.8 millones. En ese momento, el numerador de la tasa de dependencia total estaba influenciado principalmente por personas de 0 a 14 años. De hecho, 6 años antes, en 1998, Puerto Rico había alcanzado un TGF de 2.1 pero la población seguía aumentando como resultado del paso de una cohorte de edad a otra. Después de 2004, la población comenzó a disminuir y la tasa de dependencia total comenzó́ a aumentar. No obstante, ahora esto se debe al efecto de un número cada vez mayor de personas de 65 años o más. Es decir, hay un aumento de dependencia, pero no de menores sino de adultos mayores.

VI. Políticas de población y Derechos Humanos: Necesidad de armonía entre “family building” y planificación familiar

Las políticas de población son un conjunto de medidas y acciones para prevenir, mitigar/postergar o atender la incompatibilidad entre cambios demográficos y las metas u objetivos sociales, económicos, ambientales y políticas de una sociedad. Por consiguiente, hay distintos tipos de política y distintas intervenciones disponibles. Estas intervenciones pueden incluir la concienciación sobre la situación demográfica actual como las reformas, leyes o regulaciones basadas en estudios robustos, los mecanismos de tributación y subsidio y las inversiones directas incluyendo oferta de servicios.

Las políticas de población deben estar basadas en un enfoque de derechos humanos. Todas las parejas y todas las personas tienen el derecho fundamental de decidir libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos. Las políticas de población no deben formularse a base de metas numéricas. La justicia social exige que las personas que quieran formar una familia tengan derecho a hacerlo.[1] Este derecho se aplica a las parejas o personas que desean tener su primer hijo o hijos posteriores.

Según el Documento de consenso de la Federación Internacional de Sociedades de Fertilidad (IFFS) [4] el porcentaje de países por debajo del nivel de reemplazo va en aumento: 5% en 1950; 48%, 2020; 77% 2050 y 93% 2100. Por consiguiente, los países, incluyendo Puerto Rico, necesitan adoptar políticas de familias que sean “amigables” o family-friendly policies.

Muchas de las políticas de población que se pueden encontrar en la literatura están dirigidas a aumentar la cantidad de nacimientos. La justificación para la elaboración de dichas políticas debe estar basada en la existencia de una brecha entre el número de hijos deseados (idealmente) y el número de hijos que se tienen. Cuando tal brecha existe, es de cierta forma razonable tratar de remover los impedimentos para tener el número de hijos deseados.

Con este objetivo en mente se hace necesario revisar los programas de planificación familiar con el objetivo de ayudar a las personas a construir sus familias, término mejor conocido como “family building”. Este concepto de family building o construcción de familias es el proceso por el cual los individuos o parejas crean o expanden sus familias. Se refiere también al conjunto de métodos y opciones para los individuos o parejas que deseen tener hijos, como concepción natural, ART o tecnologías de reproducción asistida, adopción, etc. Dentro de los programas de planificación familiar, este concepto no ha sido considerado ni incluido adecuadamente.

Por otro lado, el concepto de fertility care es uno que también debe considerarse al momento de prevenir u enfrentar dificultades para lograr la posible y deseada construcción de las familias.  Este concepto abarca la prevención, el diagnóstico, el cuidado de la salud reproductiva. Implica intervenciones para abordar problemas relacionados con la salud reproductiva, incluyendo los aspectos médicos y psicológicos y su posible tratamiento. Aunque la infertilidad no es factor clave para las bajas tasas de fecundidad en el mundo, el brindar acceso a la atención o cuidado de fertilidad es importante para la justicia social y para la planificación de embarazos en un futuro.

VII. Conclusión y Recomendaciones

Según el consenso de IFFS [4] la salud materno-infantil puede mejorar si cada niño tiene acceso a más recursos y tiempo parental, pero puede verse afectada negativamente si muchos niños no tienen hermanos. Por cuanto, los países principalmente deberán considerar políticas que aborden la conciliación de la vida laboral y personal, el cuidado infantil asequible y la licencia parental. Hasta el momento la implementación de políticas para aumentar la cantidad de nacimientos no ha tenido el efecto esperado en algunos países.

Cabe mencionar que la implementación de estas políticas y los posibles cambios que estas pueden tener en la sociedad generarán actitudes cambiantes y desafíos éticos con respecto a los valores y normas culturales y sociales de la paternidad, los roles de género y la igualdad de género. También debe considerarse que es probable que los diferentes grupos de edad discrepen sobre sus contribuciones proporcionales a la sociedad. La disminución de la TGF también planteará interrogantes sobre los derechos reproductivos de las personas en relación con las necesidades de la sociedad.

Con esto en mente, las recomendaciones que se derivan del Estudio Demográfico de Puerto Rico 2024: Análisis y Recomendaciones [2], y de la literatura reciente, son las siguientes:

  1. Disminuir el uso de la esterilización como método anticonceptivo, mejorando las alternativas disponibles de métodos anticonceptivos para que la mujer tenga todas las opciones disponibles.
  2. Darle importancia a prevenir las inducciones y cesáreas no indicadas.
  3. Promover las enfermeras obstetras como personal que pueda ofrecer cuidado prenatal y servicios de obstetricia a embarazadas de bajo riesgo.
  4. Promover el establecimiento de “Birthing Centers” para ampliar el acceso geográfico a los servicios de salud materna y como alternativa para atender los partos ante el cierre de las salas de parto de los hospitales.
  5. Campañas culturales estimulando la paternidad y maternidad responsable y saludable.
  6. Programas educativos para ayudar a los adultos jóvenes en la planificación familiar y cuidado de su salud reproductiva.
  7. Programas e iniciativas que ayuden con la conciliación de la vida laboral y personal de las mujeres y parejas jóvenes.
  8. Estudiar la prevalencia de diagnósticos de infertilidad en Puerto Rico y el acceso a tratamientos de reproducción asistida. En otros estados, como MA, el cual exige a los planes médicos tener cobertura médica para tratamientos de fertilidad, el 5% de los infantes nacidos en el 2018 fue por medio de ART. En Puerto Rico, fue el 0.05%.

VIII. Referencias

  1. Rosario-Santos, A. M., Pericchi-Guerra, L., & Mattei, H. (2024). A Bayesian Projection of the Total Fertility Rate of Puerto Rico: 2020-2050. Puerto Rico Health Sciences Journal43(3), 125-131.
  2. Mattei H., Pericchi-Guerra L., Rosario- Santos M (2024). Estudio Demográfico de Puerto Rico 2024: Análisis y Recomendaciones.https://demografia-bbc.hpcf.upr.edu/wordpress/contact-us/
  3. Jiménez González, J., Rosario Santos, A. M., Pericchi Guerra, L. R., & Mattei, H. (2025). A Bayesian Age-Period-Cohort approach for modeling fertility in Puerto Rico. arXiv e-prints, arXiv-2504.
  4. Fauser, B. C. J. M., Adamson, G. D., Boivin, J., Chambers, G. M., de Geyter, C., Dyer, S., Inhorn, M. C., Schmidt, L., Serour, G. I., Tarlatzis, B., Zegers-Hochschild, F., & Contributors and members of the IFFS Demographics and Access to Care Review Board (2024). Declining global fertility rates and the implications for family planning and family building: an IFFS consensus document based on a narrative review of the literature Human reproduction update30(2), 153–173. https://doi.org/10.1093/humupd/dmad028
  5. Douglas-Hall, A., Li, N., & Kavanaugh, M. L. (2020). State-level estimates of contraceptive use in the United States, 2019.
  6. Warren, C. W. (1987). Fertility determinants in Puerto Rico. Studies in Family Planning18(1), 42-48.
  7. Remez, L. (1999). Puerto Rico: contraceptive use is high; sterilization is the most popular method. Perspectives on Sexual and Reproductive Health, 31(1), 47.
 
 

* Este artículo corresponde a la presentación dada por la autora como parte del curso Los derechos reproductivos ante el reto demográfico de Puerto, ofrecido el 29 de mayo de 2025 en el Colegio de Abogados y Abogadas por el Instituto de Educación Práctica y la Comisión de Derecho Civil, con el coauspicio de la Comisión de la Mujer y la Comisión de Abogados y Abogadas Jóvenes.

** Catedrática Auxiliar, Departamento de Bioestadística y Epidemiología de la Escuela Graduada de Salud Pública, UPR.  Área principal de investigación: estudio de los indicadores demográficos como fecundidad, migración y esperanza de vida en Puerto Rico a través de modelos dinámicos probabilísticos. Además, ha trabajado con modelos epidemiológicos y en áreas relacionadas con la Inferencia Estadística Bayesiana.

[1] Article 16 – United Nations (UN): “Men and women of full age, without any limitation due to race, nationality or religion, have the right to marry and to found a family. They are entitled to equal rights as to marriage, during marriage and at its dissolution.

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