La Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico se une este 8 de marzo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, fecha que para las mujeres del mundo significa renovar el compromiso de lucha por la equidad de género, la erradicación de todo discrimen y violencia, defensa y ampliación de nuestros derechos como humanas. Este día también celebramos los logros alcanzados a base del trabajo colectivo de las organizaciones y coaliciones, y la voluntad de mujeres valientes que, inspiradas en las gestas de aquellas que nos precedieron, dan lo mejor de sí para construir un mundo mejor.
Este año, las actividades en nuestro Puerto Rico se dedican a Adolfina Villanueva, en ocasión del 40 aniversario de su asesinato, en Loíza, a manos de la Policía de Puerto Rico, mientras, armada solamente con su dignidad y el amor por la familia, resistía ser desahuciada del hogar humilde donde residían. El abuso cometido hacia ella quedó impune, pero no borrado de la memoria del Pueblo puertorriqueño. Nuestra más que centenaria institución repudia lo ocurrido entonces.
La dedicatoria igualmente, se extiende a las mujeres del sur de nuestra Patria. Son sus rostros, tesón y férrea voluntad los que se han destacado en el proceso de recuperación de los daños físicos y emocionales causados por los constantes movimientos telúricos, que a partir del pasado 28 de diciembre sacudieron la tierra, destruyeron hogares, escuelas, negocios e iglesias, y golpearon emocionalmente de forma dramática a la gente, especialmente en las regiones sur y suroeste del País.
Nuestra Comisión reconoce también, el trabajo solidario de la Caravana Violeta, organizada por la Coordinadora Paz para la Mujer, organizaciones y mujeres aliadas quienes desde el 7 de enero, cuando ocurrió el temblor más fuerte, se han trasladado a las áreas afectadas para ofrecer apoyo material, de salud, legal y sobretodo, mental y emocional.
Son grandes los retos que tenemos por delante para acabar con el discrimen que todavía vivimos por razón de género, a la altura de haberse cumplido dos décadas del siglo XXI. El reciente asesinato de Alexa, abusada desde su niñez temprana, acosada, burlada y finalmente baleada es ejemplo de ello. También lo es la agenda de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, desde donde el partido de mayoría abusa del poder, violentar y elimina derechos adquiridos como resultados de los esfuerzos de las organizaciones de mujeres y sectores aliados.
Así ocurrió con la enmienda a la Ley 20 del 2001 que creó la Procuraduría de las Mujeres (OPM). La entidad, ya debilitada por la falta de capacidad de las últimas personas que han ocupado el puesto, ha sido hundida aún más en el partidismo, pues ahora la persona nombrada al puesto vacante no se limita al tiempo que quedaba del periodo de 10 años, sino para ese término completo. Además, recomienda a su sucesora. De esta forma, el partido de gobierno actual ha secuestrado ese puesto por tiempo indefinido.
La conmemoración nos enfrenta además, con el proyecto del nuevo Código Civil que el partido de gobierno se propone aprobar. Como abogadas, somos conscientes de la necesidad de contar con una nueva ley que rija los aspectos civiles de la vida del pueblo puertorriqueño, desde que se nace hasta que se muere, incluyendo los aspectos de sucesión. Sin embargo, no puede ser a costa de pisotear derechos, particularmente los de las mujeres y la comunidad LGBTTQI+.
Nos referimos particularmente, al artículo relacionado con la persona no nacida, cuya interpretación puede afectar el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su cuerpo y salud reproductiva. Contrario a lo expresado por la mayoría parlamentaria, el proyecto que iría a votación no es el mismo sobre el que hubo vistas públicas en la Cámara de Representantes, que por cierto fueron muy limitadas. Luego de esas vistas, se produjo un proyecto sustitutivo que, a su vez sufrió cambios en el Senado. Para este, no se ha escuchado a la gente que tiene preocupaciones, objeciones y también propuestas. Este proceso atropellado carece de transparencia y de los principios democráticos que deben gobernarnos.
Por otro lado, en el ámbito laboral continuamos enfrentando la desigualdad salarial por trabajos iguales o comparables que realizan los hombres. El reciente caso de la reportera de televisión Celimar Adames Casalduc es muestra de ello. Las represalias tomadas contra ella por el patrono WAPA Televisión, tras haber reclamado sus derechos, es una muestra cruda de ello.
Además del discrimen salarial y el hostigamiento sexual en el empleo, cuyas manifestaciones por funcionarios en el gobierno actual han sido notables, las trabajadoras, particularmente las jefas de familia, son cada vez más pobres. Los empleos son remunerados con el salario mínimo y con pocos o ningunos beneficios marginales. Aunque la Junta de Control Fiscal lleva varios años en Puerto Rico, la situación económica sigue dando tumbos, y el actual gobierno está sumido en contradicciones y errores garrafales ante las crisis que hemos sufrido. Hay una justificada falta de confianza y un clima de tensión que solo podemos conjurar como pueblo unido para denunciar lo que está mal y a defender nuestros derechos humanos.
Como siempre ha sido, las mujeres estaremos en primera fila, como nos enseñaron nuestras predecesoras, que en todas partes del planeta abrieron camino para nosotras, y en cuya memoria conmemoraremos, una vez más el Día Internacional de la Mujer.
El Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, a través de nuestra Comisión, saluda a las mujeres que echan sobre sus hombros el País, especialmente a las abogadas, y las instamos a luchar por la equidad de género.